Bodegas Pegalaz

Lo que somos
La bodega
Bodegas Pegalaz, semienterrada en una colina y rodeada de sus viñedos y un frondoso bosque de 11.384 m2, está ubicada en Santa Eulalia de Gállego, en la naturaleza única del Reino de los Mallos.
Desde el viñedo la vista se extiende sobre el pintoresco pueblo de Santa Eulalia, más allá de los suaves valles hasta las mágicas rocas de los Mallos de Riglos, origen del nombre de nuestros vinos e inspiración de nuestra imagen corporativa.
Nuestra pequeña y peculiar zona vitivinícola junto al edificio de la bodega, se ubica entre campos de olivos, almendros y trigo, entre el río de aguas bravas Río Gállego y el inicio de una gran área de bosque natural por el que los barrancos serpentean hacia el río. Un pequeño ecosistema conectado con la naturaleza más salvaje.
01
Gestión familiar
La Bodega Pegalaz, de gestión familiar y está fuertemente conectada con la tierra natal que define lo que es. Nuestros valores son la elaboración de vinos que hablan de la tierra en la que nacen, el respeto por el entorno natural que la rodea y la integración en el paisaje local, con el que nos mimetizamos.
02
Actuación local
Con nuestra actuación en lo local, lanzamos un mensaje hacia lo universal, alineándonos con proyectos globales marcados por la sostenibilidad.
03
Economía circular
En general, buscamos potenciar la economía circular y encuadrada en la última milla.
CREANDO CADA DETALLE
Construcción sostenible
Con nuestra actuación en lo local, lanzamos un mensaje hacia lo universal, alineándonos con proyectos globales marcados por la sostenibilidad. En general, buscamos potenciar la economía circular y encuadrada en la última milla.
La Isla.
Protección de especies y red de biotopos
Como parte del compromiso de integración en el entorno, tenemos una responsabilidad en la conservación del entorno natural que nos rodea y la fauna que la habita.
Especialmente porque el bosque natural adyacente y el río de aguas blancas cercano por otro lado, albergan muchas especies diferentes y estos ecosistemas naturales con sus diferentes biotopos se están volviendo cada vez más fragmentados y escasos.
Para ayudar a la naturaleza, nuestros caminos han mantenido sus arbustos y árboles al borde. Como resultado, los animales salvajes, como las aves más pequeñas, que por sus enemigos muchas veces no se atreven a atravesar espacios abiertos como nuestros viñedos, pueden utilizar nuestros caminos como corredores para pasar de un biotopo a otro con mayor seguridad.
Todos los caminos están conectados al pequeño bosque adyacente al lado de nuestra bodega. El bosque con sus encinas, pinos y otras especies vegetales sirve como isla de hábitat para que los animales salvajes se tomen un descanso y algunos incluso viven aquí por más tiempo.
Así es como ayudamos a proteger las especies. ¿Por qué? A través de los corredores y la isla de hábitat entre los biotopos, las poblaciones de animales salvajes pueden intercambiar ideas entre sí, lo que es importante para la genética, la estabilidad de las poblaciones y la diversidad de especies. Además, la diversidad de las plantas es mayor, por encima de la cual p. ej. los insectos encuentran su hábitat y también las aves, todos los cuales son importantes para el funcionamiento de los ecosistemas y, por lo tanto, para nuestra supervivencia.
Incluso la madera de los árboles secos tiene una función ecológica importante para la conservación de la naturaleza y somos conscientes de las diversas especies que conviven con nuestra actividad.
Con nuestra ubicación, el respeto por la naturaleza que nos rodea y el exquisito cuidado a la hora de elaborar nuestro producto, conseguimos el objetivo de crear vinos exclusivos que ayudan a la conservación del ecosistema del que nacen.
Integrar la naturaleza pura y nuestros vinos es una experiencia que queremos compartir